El magnesio influye favorablemente en el crecimiento de los huesos; normaliza el ritmo cardíaco, reduce la presión arterial; regula el nivel de azúcar en la sangre; elimina los calambres en los músculos.
Precisamente debido a la falta de magnesio en el organismo se desarrolla la osteoporosis. Gracias a la normalización de la cantidad de magnesio en el cuerpo es posible resolver problemas como el insomnio, el estrés y la depresión.
El magnesio ayuda a combatir la fatiga, previene el dolor de cabeza; contribuye a la salud dental; previene la formación de cálculos renales.